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140. paragrafoa.- be(h)e «suelo, parte inferior»; adj. be(h)eko «de abajo»: Becoechea; sup. be(h)en «(el) de más abajo» (y adj. derivado be(h)engo): Bengoa, Bengoechea. Bengolea. De been, por disimila-ción, bein (cf. vizc. beiñak «las heces»), de donde Beingolea. Beñaran, Barruetabeña y acaso Beinza (cf. Gainza; también gain, según Gavel, es un superlativo, de *gara-eri). Un derivado de forma no clara es Beascoa (cf. Gogeascoechea, etc.), muy usado como determinante en posición final (Zabalbeascoa, etc.). Be(h)e se usa sobre todo como sufijo: Aldabe (Althabe), Altube, Echabe (Echave), Erostarbe, Ilzarbe, Lambreabe (Lampreabe), Olabe, top. Olabee çahar, año 1053; var. -pe: Elexpe, etc. Es por lo menos mucho más raro como prefijo: Belarrinaga. Probablemente en algunos casos (Lecue / Lecube, Orue / Orube) -b- es un simple sonido de transición y -ube var. de -u(n)e. Top. Arbea, explicado «petra super petram» (Leire. 1104); Domicu Insauspeeco, Irache 1147. También en Navarra, Maria Vengoa, hacia 1168, Enequo Veengoa, 1236.
483. paragrafoa.- ol(h)a «ferrería»; en ronc. (õla) y sul. significa «cabaña» y esta acepción, propia de una economía pastoril, habrá sido probablemente la primitiva en todo el país (Luchaire, Etudes sur les idiomes pyrénéens, 155, Gorostiaga, Zumárraga 3, 68) y se conserva en apellidos como Artola (*ardi-ola), Vildosola y posiblemente Anzuola (an(t)zu «estéril, hembra no preñada»): Olaalde (Olal-de), Olabarria, Olabarrieta, Olabe (top. Olabee çahar, Vizc. 1053), Olaberria, Olaberriaga, Olaberrieta, Olabiaga, Olabide (Olavide), Olaboliaga, Olaechea, Olaegui (Olagui, Dolhéguy), Olaeta, Olagorri. Olagüe, Olaguibel, Olaiz, Olaizola, Olalquieta, Olano, Olañeta, Olaondo, Olaran (Olharan), Olariaga, Olarria, Olarte, Olartecoechea, Olascoaga, Olasagarre, Olasagasti, Olasarri, Olaso (Dolhasso), Olasolo, Olazabal, Olazabalaga; Dolhabaratz, Dolhagaray. Forma occidental con el artículo o suf. que empiece por a, olea-: Olea, Oleaga, Sarricolea, Ansoleaga, etc. W. Giese, en un importante ar-tículo («Ola en la topografía vasca», E.-J. III, 9-18) supone a Olaso var. de Olasoro, lo que en vista de la antigüedad de la primera forma no me parece probable. V. también ira. Como ejemplo de posibles confusiones, A. Yrigaray cita el nombre de una casa de Irurita (Nav.) que es actualmente Dolagaraya y anteriormente se llamaba Dolaregaraya (BRSVAP X, 102-103). En cuanto a la etimología lat. aula que propuso P. Lhande y ahora defiende Gorostiaga sin citar precedentes, una fuerte objeción de carácter fonético fue presentada por Giese en el artículo citado arriba. El doc. de Roncesvalles, año 1284, indica que ol(h)a era «bustaliza», ya que en la lista que empieza por «Estas son las bustaliças de Luçayde» aparecen Vaga olla, luan olla, Uriz olla, Çuaz olla beerecoa. Baga ola y Nauarr Olatze. Antes se ha mencionado Lapurdi ola. que ya aparece en Leire, lo mismo que (Çuaçola, en el s. XI. En Iranzu, otra bustaliza quell dizen Ola eueyna, es decir, «agotada, «extenuada».
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Qué:
Dónde:
Origen:
M.AV