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483. paragrafoa.- ol(h)a «ferrería»; en ronc. (õla) y sul. significa «cabaña» y esta acepción, propia de una economía pastoril, habrá sido probablemente la primitiva en todo el país (Luchaire, Etudes sur les idiomes pyrénéens, 155, Gorostiaga, Zumárraga 3, 68) y se conserva en apellidos como Artola (*ardi-ola), Vildosola y posiblemente Anzuola (an(t)zu «estéril, hembra no preñada»): Olaalde (Olal-de), Olabarria, Olabarrieta, Olabe (top. Olabee çahar, Vizc. 1053), Olaberria, Olaberriaga, Olaberrieta, Olabiaga, Olabide (Olavide), Olaboliaga, Olaechea, Olaegui (Olagui, Dolhéguy), Olaeta, Olagorri. Olagüe, Olaguibel, Olaiz, Olaizola, Olalquieta, Olano, Olañeta, Olaondo, Olaran (Olharan), Olariaga, Olarria, Olarte, Olartecoechea, Olascoaga, Olasagarre, Olasagasti, Olasarri, Olaso (Dolhasso), Olasolo, Olazabal, Olazabalaga; Dolhabaratz, Dolhagaray. Forma occidental con el artículo o suf. que empiece por a, olea-: Olea, Oleaga, Sarricolea, Ansoleaga, etc. W. Giese, en un importante ar-tículo («Ola en la topografía vasca», E.-J. III, 9-18) supone a Olaso var. de Olasoro, lo que en vista de la antigüedad de la primera forma no me parece probable. V. también ira. Como ejemplo de posibles confusiones, A. Yrigaray cita el nombre de una casa de Irurita (Nav.) que es actualmente Dolagaraya y anteriormente se llamaba Dolaregaraya (BRSVAP X, 102-103). En cuanto a la etimología lat. aula que propuso P. Lhande y ahora defiende Gorostiaga sin citar precedentes, una fuerte objeción de carácter fonético fue presentada por Giese en el artículo citado arriba. El doc. de Roncesvalles, año 1284, indica que ol(h)a era «bustaliza», ya que en la lista que empieza por «Estas son las bustaliças de Luçayde» aparecen Vaga olla, luan olla, Uriz olla, Çuaz olla beerecoa. Baga ola y Nauarr Olatze. Antes se ha mencionado Lapurdi ola. que ya aparece en Leire, lo mismo que (Çuaçola, en el s. XI. En Iranzu, otra bustaliza quell dizen Ola eueyna, es decir, «agotada, «extenuada».
58. paragrafoa.- Anso n. pr. «Sancho»: «Anso Saonch, que en castellano quyere dezir Sancho Saez» (ms. Ibargüen-Cachopín, cuad. 65, f° 22 r); Ansoategui, (Ansuategui), Ansola, Ansorechea, Ansoregui, Ansorregui, Ansoteguí, Ansutegui (Anchustegui?). Top. Ansoain, Nav., doc. Sansoain (v. -ain), Ansoerreca (Araiz, Nav.). El nombre se convirtió primero en San(t)so (v. 537) por asimilación en cuanto al punto de articulación de ambas silbantes (cf. vasc. sín(h)etsí «creído», de zin, todavía çinheste en Dechepare; solas de rom. solaz, sasoi de sazón, etc.) y perdió luego por disimilación la consonante inicial (v. 611). El nombre Sansoain se ha conservado, sin embargo, hasta nuestros días en esta forma en otros pueblos de Nav.
10. paragrafoa.- -aga «sufijo muerto que denota lugar» (Azk.). A. León supone que puede haber identidad entre -aga. que expresa una idea de abundancia, y la desinencia -ak del nom. pl.: -ak vendrá de *-ag por ensordecimiento en posición final (Gavel, Ph. b., 339). Esta era ya la opinión de Campión -tal vez proceda de Bonaparte-; frente a ella se sitúan los que, como Azkue, no ven en -aga ninguna referencia a pluralidad. Así S. Arana que traduce, p. ej., Incháurraga «el nogal» (Trat., 42). Hay que señalar dos cosas a este respecto: 1) que hay pocos indicios de que -aga se haya empleado nunca como suf. de derivación con apelativos, y 2) que no se puede negar que en ciertos casos el suf. no puede contener más que una indicación de lugar, así en Andrearriaga, top. de Oyarzun (Guip.), que alude sin duda a la famosa piedra con inscripción de época romana o, con más claridad, en el ap. Arespacochaga (Vizc. 1468), de bak(h)oitz, bak(h)otx, con el sentido de «único, solitario». En toponimia, y por tanto en apellidos, es muy frecuente a veces con radicales difíciles de interpretar: Adurriaga (Andurriaga), Alzaga, Arteaga, Barinaga, Berreteaga, Eneterriaga, Ladriaga, Manzarraga, Mazorriaga, Mendiaga, Nabuchaga, Troteaga, Valenciaga. etc. Parece presentarse con nombres de persona: Catalinaga (Catelinaga), Ellacuriaga, Sistiaga (?) (vizc. s. XVI Sist «Sixto», BRSVAP IV, 298-299, ?) Suinaga, etc.: cf. el caserío Francesillaga en Rentería, de Francesíllo. También con nombres de santos: Doneperiaga, Dom Miliaga «San Millán» en Berástegui (de los «Anales» de Fray Diego de Ayala, cit. por Floranes, Antiguo obispado de Álava. II. 217) En algunos casos el suf. se agregó, al parecer sin valor especial a nombres anteriores; posiblemente éste es el caso de Feloaga (forma ant. Beloaga o Veloaga, pop. Pelua), nombre de un castillo medieval en Oyarzun, de varios caseríos actuales y apellido (var. Peluaga). De haber existido allí, como se ha supuesto, algún punto fortificado romano, entra dentro de lo posible que este nombre continúe, con un suf. vasco, un nombre latino como Bellona (Castra Bellonae, p. ej.): cf. Bellona en Italia.
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Qué:
Dónde:
Origen:
M.AV