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21. paragrafoa.- (h)aitz, (h)atx «peña»: top. Haizcoeta, Haizpilleta, Hazpurua, Haztegieta. Al., 1025. En otro lugar (Emerita XVII, 211), he sostenido la verosimilitud de que se haya perdido aquí una -n- intervocálica (forma primitiva *ane(t)z o *ani(t)z)- Podría apoyar esto el nombre de la población labortana Hasparren, sul. Ahazparne (con las dos primeras vocales nasales), doc. Ahesparren (1255), Haesparren (1288), Ahezparenne (1288), Aezparren (1348); ap. Ahazparren (Sara). Apellidos: Ayza (Haitze), Aizabal, Aizaga (Ayzaga), Aizalde (Ayzalde, Aitzalde), Aizarraga, Aizcoegui, Aizcorreta, Aizeta (Ayzeta), Aizondo, Aizparren (Azparren), Aizpea (Ayzpe), Aizpeazu (Aspiazu, Azpiazu), Aizpeolea (Aizpiolea), Aizpiri (Azpiri), Aizpitarte (Azpitarte), Aizpuru (Ayzpuru), Aizpurua, Aizpurueta, Aiztarri (Aiztarry), Aiztondo (Astondoa); Azcarate, Azcaratezabal, Azcaray, Azcoitia, Azcue, Azcune (Axcune, Ascunce), Aznabar, Azparren, Azpe, Azpea, Azpeitia, Azpil, Azpileta, Azpillaga (Ayzpillaga), Aztiria; Acha (Achaguren, Achaerandio, Achalandabaso), Achabal, Achaga (Achega, Aichaga), Acharan, Achart, Achuri, Achuriaga, Axcorbe, Axpe, Axpuru; Ascoeta, Aspilaga, Aspillaga, Astarri, etc. Quizá sea el segundo elemento de apellidos que pueden también explicarse por el suf, -i(t)z: Arraiz, etc. Entre sus variantes está ez-, es- (Ezcaray, Esquibel frente a Aizquibel, etc.) e iz- (Izcueta,1350, top. Izpea «subtus penna» hoy Axpe, Vizc.1051), etc. Es fácil su confusión con (h)aize en los derivados, y quizá con eiza, eize «caza» (Eizmendi, Eiztegui?).
374. paragrafoa.- -ko 1) suf. de genitivo que se une a nombres de género inanimado, provistos a veces de otro sufijo de declinación. Puede traducirse por «de...» o por un adjetivo. Es frecuente su aparición en apellidos sufijados a designaciones locales: erdiko «de en medio» «central», goiko «de arriba» «superior», urrutiko «de lejos» «lejano». Var., detrás de -l o nasal, -go: Bengoa, es decir, been-go-a «la (casa) de más abajo». En apellidos como Olartecoechea, Sarricolea, Ugartecoechea) bien como un nombre común (olarte, sarri, ugarte). Compárese, para este último caso, la equivalencia de etxeko-and(e)re y etxandera «señora de casa». Con el artículo, Aldecoa, Zuazucoa; a veces en la forma -kua: Mandibecua, Milicua, Mañaricua. 2) Tiene también valor de diminutivo, así en Arzco, de (h)artz «oso» (Nav. 1328, A. Campion, RIEV VIl, 354), Ossoco, Oxoco (de otso «lobo»), antropónimo también navarro, atestiguado en el siglo XII, y en algunos nombres de personas, conservados como apellidos (Juaneo, de Juan, Marti(n)corena, de Martín, etc.). Igualmente en Aldaco (v. alde), etc. Se puede afirmar que si se atiende al origen, no hay dos -ko, sino uno solo. El -ko de «genitivo» no se emplea normalmente con nombres animados, y el -ko diminutivo va normalmente con éstos. Esta distribución, por decirlo así complementaria, tiene buenos paralelos en otras lenguas: véase FLV 1 (1969), 399 ss. y los índices del artículo del mismo tomo, 1 ss. La relación Ochoa / Ochoco (otsoko, además de «lobezno», es el nombre del lobo personificado en relatos populares) es proporcional a Lupu / Lupellu en Valpuesta, año 929. En cuanto a la indicación de procedencia o de residencia, hay equivalencias claras en documentos navarros: G. Garateco = don Garcia de Garate en Tajonar, Garcia Gambracoa = Garcia Cambra, Ansso Gascueco = Sancho Gascue, TAV, p. 35 s. A veces es difícil su interpretación: in Ochoco Mendi, Irache 1217, se trata quizá de un nombre de persona, pero Ygurai Mendico, Leire 1085, tanto podría ser «el montecillo de...» (cf. Mendico Zorroza, CSM 278, 1090, comparable a Mendizorrotz «Monteagudo, etc.») como «del monte de...». Para la sintaxis de -ko y -(r)en, véase Homenaje a Antonio Tovar, Madrid 1972, 305-317.
194. paragrafoa.- -egi «suf. local, el mismo nombre egi» (Azk.): Arzanhegi, Gelhegieta (Al., 1025). Es muy frecuente en apellidos, unido muchas veces a radicales poco claros (Acarregui, Ansorregui, Articoheguy, Balencegui, Ersolegui, Ganchaegui (Ganchegui), Gandasegui, Milluesegui, etc), y aunque a veces parece tener el mismo valor que -tegi, las relaciones entre ambas variantes, tanto en lo que respecta a su origen como a su distribución, no están bien establecidas. Es indudable que a veces tiene un sentido especializado de «casa, vivienda»; v. jauregi. Hay una terminación -legi, var. acaso de -egi, que parece presentarse con particular frecuencia después de -r: Beorlegui, Irurleguy (Irurlegui, despoblado de Aranguren, Nav.), Laturleguy (Pamplona, 1350). Top. Çumelhegi, Harhegi, Elorrio 1053 (TAV p. 30 ss.). Fita, en 1883. explicó Gelhegieta, en 1257 Hygueleta, en 1294 Ygueleta, hoy Eguileta, como Raneto, de vasc.igel «rana». Para Laturleguy, véase 147, ad.
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Qué:
Dónde:
Origen:
M.AV