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374. paragrafoa.- -ko 1) suf. de genitivo que se une a nombres de género inanimado, provistos a veces de otro sufijo de declinación. Puede traducirse por «de...» o por un adjetivo. Es frecuente su aparición en apellidos sufijados a designaciones locales: erdiko «de en medio» «central», goiko «de arriba» «superior», urrutiko «de lejos» «lejano». Var., detrás de -l o nasal, -go: Bengoa, es decir, been-go-a «la (casa) de más abajo». En apellidos como Olartecoechea, Sarricolea, Ugartecoechea) bien como un nombre común (olarte, sarri, ugarte). Compárese, para este último caso, la equivalencia de etxeko-and(e)re y etxandera «señora de casa». Con el artículo, Aldecoa, Zuazucoa; a veces en la forma -kua: Mandibecua, Milicua, Mañaricua. 2) Tiene también valor de diminutivo, así en Arzco, de (h)artz «oso» (Nav. 1328, A. Campion, RIEV VIl, 354), Ossoco, Oxoco (de otso «lobo»), antropónimo también navarro, atestiguado en el siglo XII, y en algunos nombres de personas, conservados como apellidos (Juaneo, de Juan, Marti(n)corena, de Martín, etc.). Igualmente en Aldaco (v. alde), etc. Se puede afirmar que si se atiende al origen, no hay dos -ko, sino uno solo. El -ko de «genitivo» no se emplea normalmente con nombres animados, y el -ko diminutivo va normalmente con éstos. Esta distribución, por decirlo así complementaria, tiene buenos paralelos en otras lenguas: véase FLV 1 (1969), 399 ss. y los índices del artículo del mismo tomo, 1 ss. La relación Ochoa / Ochoco (otsoko, además de «lobezno», es el nombre del lobo personificado en relatos populares) es proporcional a Lupu / Lupellu en Valpuesta, año 929. En cuanto a la indicación de procedencia o de residencia, hay equivalencias claras en documentos navarros: G. Garateco = don Garcia de Garate en Tajonar, Garcia Gambracoa = Garcia Cambra, Ansso Gascueco = Sancho Gascue, TAV, p. 35 s. A veces es difícil su interpretación: in Ochoco Mendi, Irache 1217, se trata quizá de un nombre de persona, pero Ygurai Mendico, Leire 1085, tanto podría ser «el montecillo de...» (cf. Mendico Zorroza, CSM 278, 1090, comparable a Mendizorrotz «Monteagudo, etc.») como «del monte de...». Para la sintaxis de -ko y -(r)en, véase Homenaje a Antonio Tovar, Madrid 1972, 305-317.
99. paragrafoa.- (h)artz «oso». Es corriente la opinión de que este nombre figura en una serie de topónimos y apellidos (así Caro Baroja, Los Vascos, 81, a propósito de Arzamendi). La opinión, en general, no parece demasiado fundada, ya que el tema que aparece en ellos es ar(t)za- y no ar(t)z: Arzac no es vasco, sino occitano, y no tiene nada que ver con (h)artz. Queda García (Corsea, Garzea), cuya posible relación con el nombre vasco del «oso» se ha apuntado varias veces. Luchaire no relaciona García con (h)artz, pero sí Harse, nombre de un vasco de Urcuit (Cart. de Sorde, 1119-1136), Miguel Arza (Nav., 1266, cit. por Francisque-Michel). el aquitano Arsius, Arsias, frecuente en la Edad Media, y naturalmente el ant. aquit. Harsi, genitivo. En cuanto al patronímico navarro Arceiz, Arcíz, v. 267. El sobrenombre Arzpuru, una vez Arzburu, otra Azpuru, se documenta varias veces a propósito de don Garda Arzpuru de Salinas, Irache, entre 1183 y 1203. Que pueda significar «cabeza, de oso» parece apoyarse en el paralelo conocido unum caballum optimum et preciosum nomínatum Ozzaburum, Leire 1042, al parecer «cabeza de lobo». Para la grafía de la africada que ahora se escribe ts. cf. Ozoa en Valpuesta (21, 950).
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Zer:
Non:
Jatorria:
M.AV