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XV Arqueta ‘Los Arcos’ (Fuero de Estella) [en Fornes Linguae Vasconum, XXVI, núm. 65 (1994), Pamplona: Gobierno de Navarra, pp. 121-134]
La equivalencia del vasco arkueta y del castellano ‘los arcos’ es evidente para cualquier euskaldún, singularmente si conoce la toponimia navarra, en la que abundan los nombres de lugar compuestos por un genérico (por ejemplo ardantze, arrobi, baratze, buztin, gatzarri, gurutze, iturri, larre, nobela, zubi) más la posposición -eta, que muchas veces tiene valor pluralizante (‘las viñas, las canteras, los huertos, las arcillas, las saleras, las cruces, las fuentes, los larres, los majuelos, los puentes’). Alfonso Irigoyen, catedrático de la Universidad de Deusto, académico de la Lengua Vasca y experto en onomástica, supuso que los vascohablantes llamarían Arkueta a Los Arcos, por haber asumido su lengua el préstamo latino arku.524 [JIMENO JURÍO, 1990d, p. 60. Considerando la transparencia del topónimo «Los Arcos» (Arcos en el texto latino de la Guía del Códice Calixtino, hacia 1130, els Arcos en el Itinerario jacobeo de Nompar de Caumont, 1417), Alfonso Irigoyen señaló que los euskaldunes lo llamarían probablemente Arkueta por la misma fuerza del lenguaje hablado, ya que la palabra arku es un préstamo plenamente asumido por los hablantes vascos y presente en numerosos pueblos que tienen arkupeak. «Euskaldunek ere Arkueta erabiltzen zuketen hizpideak eraginik euskeraz izen berbera aipatu beharrean aurkitzen baldin baziren, gogoan hartzen baldin badugu arku hitza gure artean zeharo euskarazko bihurturik agertzen dela, edozein herri euskaldunetan arkupeak aurkitzen baititugu, eta izan ere nor ez da u metan arkuetan jolasean ibili, edo nork ez du halako lekurik inoiz zapaldu?». IRIGOYEN, 1989, pp. 713-721; 1990, pp. 143-153. // Agradezco sinceramente al amigo Patxi Salaberri sus valiosas observaciones de carácter lingüístico.]
El Fuero de Estella menciona el topónimo «Arqueta», probablemente aplicado a una villa y, en todo caso localizable en el área occidental de la Merindad.
En uno de los trabajos escritos con motivo del IX Centenario del Fuero estellés en 1990, unos publicados525 [Además del citado en la nota anterior:JIMENO JURÍO, 1990b, pp. 345-368; 1990e, pp. 597-598; 1990d; 1993, pp. 431-451] y otros no,526 [JIMENO JURÍO, 1997. Guía histórico-geográfico-artística de cada una de las calles y plazas ciudadanas, antiguas y actuales, novedosa por aportar abundantes noticias inéditas, escrita para el acontecimiento centenario de 1990 y acompañada de numerosas fotografías antiguas] aventuré la hipótesis de que en el célebre código foral pudiera figurar el nombre vasco de la villa de Los Arcos. En él, tras recoger las variantes romances, las propuestas hechas como doble denominación de la villa (Curnonium o Cornaba y Urancia), y los topónimos mayores plasmados en el Fuero, expuse unas razones que creí abonaban la identificación Arqueta ‘Los Arcos’.527 [JIMENOJURÍO, 1990d, pp. 58-63. Estudiados los materiales de archivo y bibliográficos sobre los nombres atribuidos a Los Arcos, Alfonso Irigoyen tampoco encontró argumentos para aceptar como doble denominación de la villa el Urancia del Pseudo Turpín, ni el Urranci vinculado a Legarda (siglo XI) y propiedad del monasterio de Irantzu, ajeno al Legarda de Mendavia y a Legarda o Legardeta de la Solana, ambos de Iratxe, «ni hay base alguna para identificar Curnonium con la Hoya de Cornaba, próxima a Los Arcos». IRIGOYEN, 1990, especialmente el apartado «Los Arcos, Cornoño, Cornoñal, Cornoia e Urancia», pp. 188-192]
Transcurrido el tiempo, volvemos sobre el tema, tras un análisis más detenido de los textos forales y la identificación del «pons Sancti Martini d’Uis», corrigiendo la propuesta hecha por el insigne medievalista estellés José María Lacarra.
1. Legislación foral y toponimia
Las diversas redacciones y copias del Fuero de Estella llegadas hasta nosotros528 [LACARRA, 1969] responden a dos modelos fundamentales: el otorgado por Sancho el Sabio en 1164, confirmando «illos bonos foros quos Sancius rex concessit et dedit antecessoribus vestris quando populavit Stellam» (en 1090),529 [LACARRA, 1969, 1, pp. 17 y 53-54] conocido en versiones latina y romances (Redacciones A, C y D), y la confirmación que hizo «Theobaldus, Dei gratia rex Nauarre», cuyo único ejemplar original conocido, conservado en el Archivo Municipal de Estella, carece de escatocolo y, por lo tanto, de fecha y signo del monarca concesor que, en opinión de Lacarra, fue Teobaldo I (1234-1253).530 [LACARRA, 1969, p. 23]
Para nuestro medievalista, extraordinario conocedor de la historia de su ciudad, «tiene este fuero [de Teobaldo] un especial interés, pues no sólo altera el texto de 1164 buscando una mayor corrección gramatical, sino que en ocasiones lo retoca cuidando la mayor precisión jurídica»,531 [LACARRA, 1969, p. 23] a lo que añadimos por nuestra parte, que muestra una mayor precisión en la toponimia, completándola o corrigiendo la redacción anterior.
Los textos de 1164, en latín y romance, se refieren al «puente de San Martín», sin determinar de cuál de ellos se trata,532 [En la Navarra medieval hubo varias localidades conocidas por el hagiónimo: despoblados en los valles de Arce, Esteribar, Ibargoiti (San Martín de Arainasu), Allín (San Martín de Argain o Arria en Muneta), Burunda (San Martín de Ulayar), y en los actuales de Azpa (Egüés) y Améscoa Baja, y San Martín de Unx; Saint-Martin d’Arberoue (Donamartiri) y Saint-Martin d’Arrossa (Arrosa) en la Baja Navarra. Además son numerosos los hagiotopónimos del obispo de Tours en las cinco merindades] y muestran un evidente descuido en la transcripción del nombre del otro puente correlativo, dándolo como Archeta, Arteta, Arteta.
Por el contrario, la redacción del siglo XIII precisa en el primer caso, que se trata del «puente de San Martín de Vns (Viss)» o «d’Uis», y ofrece la versión correcta Arqueta, confirmada por el texto romance D (II, 63.2).533 [LACARRA, 1969, p. 223] Volveremos sobre ella (Cfr. 2.3.1.).
Completan el elenco toponomástico del fuero los nombres de Pampilona, la capital navarra, Lucronium, de La Rioja, Sangossa, villa en la frontera de Aragón, y Lizagorria, actual Lazagurría, sita en el camino de Los Arcos a Mendavia.
Entre los años 1164 y mediados del siglo XIII, Estella experimentó importantísimas innovaciones demográficas, urbanísticas, jurídico-administrativas, económicas, sociales y de otra índole, de las que se hizo eco el texto reformado en la época del rey Teobaldo.
Los pobladores avecindados en Estella crearon el Burgo del rey, con su parroquia de San Pedro de la Rúa, a la vista del primitivo poblado indígena de Lizarra. Hacia oriente se desarrolló el Burgo nuevo o Borc nou, con su iglesia del Santo Sepulcro, y, hacia Castilla, la rúa de San Nicolás, surgiendo por la margen izquierda del río el barrio de San Miguel.
El componente étnico de los burgos estelleses no debió ser tan cerrado como los de Puente la Reina (1122) o de «San Saturnino de Iruina» (1129), puesto que la prohibición de que «nullus nauarrus uel presbiter de foras» poblara en ellos quedaba moderada por la voluntad del rey «et omnium Stellensium».
Durante los reinados de García Ramírez el Restaurador y, sobre todo, de Sancho el Sabio (1150-1194), se produjo nueva oleada repobladora, caracterizada por una mayor mayor apertura étnico-social. Sancho el Sabio concedió permiso y fueros a «francis, clericis et nauarris» para edificar casas en las nuevas Poblaciones del Parral, junto a San Miguel (1187), y del Arenal (1188).
A mediados del siglo XIII componían el conglomerado urbano la primitiva villa de Lizarra, los Burgos francos y las Poblaciones, cuyos vecinos debían pagar a la Corona un impuesto anual, el censo, por cada solar o casa.534 [JIMENO JURÍO, 1990b, pp. 345-346]
Consecuencia de la heterogeneidad étnico-jurídica era la diversidad social, manifestada en tres grupos de vecinos cristianos (la judería constituía un gueto independiente).
A. Los vecinos de los Burgos, calificados durante la primera mitad del siglo XII de «burgueses» (1111), «barones» (1122) y «francos» (1135), libres de pechas y de censos al rey.
B. Los vecinos de las Poblaciones (francos, eclesiásticos y navarros), exentos del pago de pechas villanas, aunque no del censo a la Corona por sus casas.
C. Los vecinos labradores «navarros», «villanos» o «rústicos», sujetos al pago de pechas a sus señores.535 [El Fuero de Estella identifica navarrus o nauarr con villanus o uillan (textos de 1164, latino y romances) y con rusticus la redacción del siglo XIII. JIMENO JURÍO, 1990a, pp. 346-349]
1.1 Textos forales
Reproducimos los apartados forales que dan soluciones para los casos de conflictos entre francos y navarros, en juicios y en reconocimiento de deudas, y que contienen nombres de lugar.
1.1.1. Juicios y testigos
REDACCIÓN A (1164):
«Et quod non fecissent bellum duellum cum hominibus deforasper nulo pleito, sed dedissent testes unum nauarrum et unumfrancum»
(I, 4.1).536 [Las versiones romances C, 4.1. y D, 1.6, se limitan a recoger esta disposición. LACARRA, 1969, p. 155]
REDACCIÓN B (siglo XIII):
«Et quod non fecissent duellum cum hominibus de foris pro nula causa, sed dedissent testes inuicem, unum nauarrum et unum francum» (I, 4.2).
«Et quodfrancus sit uicinus Stele, et talis quod non teneatur dare alicui domino pectam nomine villanie, saluo tamen censu» (I, 4.2).
«Et nauarums debet esse citra Liçagorriam, uel citra pontem de Arqueta, uel citra pontem Sancti Martini de Viss; et debet habere znem suum et mensam suam» (I, 4.3).
REDACCIÓN A(1164):
«De Franco et nauarro».
«De iudicio si est inter francos et navarros».
«De omne pleito quod habeant nauarri cum francs, cum testi bus debent probare unus ad alium, pro uno nauarro et uno franco» (II, 63.1).
«Et francus non debet esse de uillis de foris, set de ciuitate aut de burgo regis».
«Et nauarrus debet esse de Lizagorria citra, aut de ponto Archeta citra, aut de Pampilonia citra, aut de ponto Sancti Martini citra; et debet habere suum focum et suam mensam» (II, 63.2).
REDACCIÓN B (siglo XIII):
«Si aliqua causa uertitur inter francos uicinos Stelle ex una parte, et nauarros ex altera, in omni causa quam habeant nauarri contra francos uicinos Stelle, et franci contra nauarros, cum testibus debent sibi ad inuicem probare, scilicet cum uno nauarro et uno franco» (II, 66.1).
«Et francus uicinus Stelle debet esse, taus qui non teneatur dare pectam alicui domino nomine uillanie, saluo tamen censu, et taus etiam que domum teneat».
«Et nauarrus debet esse citra Liçagorriam aut citra pontem de Arqueta, aut citra Pampilonam, aut citra pontem Sancti Martini d’Uis, et debet habere suum focum et suam mensam» (II, 66.2).
REDACCIÓN C (en romance):
«Deplayt defranc».537 [En Otros manuscritos el título es «Del franc e del nauarr», «Defranc e de nabarr». LACARRA, 1969, p. 223]
«De tot playt que auenga entre franc et nauarr, con .II. testimonis se deuprouar, ab unfranc et ab un nauarr» (II; 63.1).
«Et lo franc non deu esser de les uiles de fora, mais de ciptat o de borc del rey».
«Et lo nauarr deu esser de Liçaguorria en ça, [o] del pont d’Arteta en ça, [o] de Panpalona en ça, [o] de Sant Martin en ça; et deu auer son fogaretsa tabla» (II, 63.2). 538 [LACARRA, 1969, p. 223]
REDACCIÓN D (en romance) (siglo XIV):
«De iudici»
«De iudici si es entre francs e nauars, de totplait que auran con los franx, con testimonis lo deuen prouar l‘un a l’altre, per un nauarr e un franc» (II, 63.1).
«Et lo franc non deu estre de las uilas de foras, mas de ciutat o de borc de rei».
«E lo nauarr deu estre de Liçagorria en ça, odel pont d’Arqueta en ça, o de Pampilona en ça, o del pont de Sant Martin en ça; et deu auer sonfoc esa tabla» (II. 63.2). 539 [LACARRA, 1969, p. 223]
1.1.2. Deudas y bellatores (batalleros)
El Fuero de 1164 regula el modo de solucionar la cuestión de reconocimiento de deudas entre francos, cuando el deudor las niega (A, II, 19.1-2; B, II, 20.1-2). Valía también paralos casos de empeños y fianzas (A, II, 19.3; B, II, 19.3).
Para deudas de diez sueldos o inferiores, el jurador franco deberá tener 15 años o más (A, II, 19.6). Pero si la deuda es superior a esa cantidad y el duelum se establece entre francos, los debellatores o batalleros deberán ser francos y proceder de un territorio determinado, según los textos de 1164, y ser vecinos de Estella, según el del siglo XIII (A, II, 19.5; B, II, 20.5).
REDACCIÓN A (1164):
«ínter francos est duellum ex decem solidis in supra, et debellatores de-bent esse franc, de pont Lucronii citra, et de Sangossa citra, et de Pampilona similiter» (II, 19.5).
REDACCIÓN B (siglo XIII):
«ínter francos uicinos Stelle est duellum pro debito mille solidorum in supra, et bellatores debent esse francs uicini Stelle» (II, 19.5).540 [LACARRA, 1969, p. 109]
1.2. Testigos y batalleros
Dispone el Fuero un sistema para solucionar diferencias entre francos y navarros mediante juicio, con intervención de testigos, y otro para cuestiones de deudas entre francos, por el sistema de duelo (duellum, bellum, batailla), con enfrentamiento de dos bellatores o batalleros francos.
1.2.1. Los francos
Las diferencias entre francos y navarros serían dirimidas mediante juicio, en el que cada parte debía presentar un testigo de su misma clase y rango social, que debían reunir ciertas condiciones sobre su origen y posesión del derecho de vecindad (Fuero de 1164) y, para los francos, exención de pechas villanas, en la redacción del XIII.
El testigo franco no podrá ser de villas de fuera, sino de la ciudad o del Burgo del rey (1164, A, II, 63.2). La redacción del siglo XIII viene a confirmar esta condición, exigiendo que sea vecino de Estella, es decir, dueño de casa propia (B, II, 66.2), y de condición social franca, libre de pago de cualquier tipo de pechas villanas, salvo el censo anual que los vecinos de las Poblaciones estellesas debían abonar a la Corona por sus casas.
En el caso del reconocimiento de deudas entre francos, el texto de 1164, cuando la nueva Stella se reducía a los burgos de la margen derechas del Ega, acota un amplio espacio de posible origen de los debellatores francos, delimitado por Pamplona (N), Sangüesa (E, en la muga de Aragón) y el puente de Logroño (SO, en la muga con Castilla).
La redacción del siglo XIII, más acorde con otras disposiciones similares, reduce el espacio al ámbito local, señalando que los «bellatores» serán francos vecinos de Estella.
1.2.2. Los navarros
Los testigos navarros que han de intervenir en caso de conflicto entre francos y navarros, deben cumplir igualmente unas condiciones en cuanto a su origen o naturaleza y a la posesión de la vecindad: serán dueños de fuego y mesa, lo que en lenguaje foral equivale a poseer y habitar una casa.
El testigo deberá ser vecino de un territorio, delimitado por unas localidades o punto referenciales: Lizagorría, el puente Arqueta, el puente de San Martín (de Uis) (A, 1, 4.3) y Pamplona (A, II, 63.2; B, II, 66.2; C, II, 63.2; D, II, 58.2).
2. Los puentes como elementos delimitadores
Los redactores del Fuero señalaron unos espacios geográfico-sociales de los que necesariamente debían proceder los testigos que debían intervenir en pleitos, y los batalleros francos que debían tomar parte en los duelos para dilucidar cuestiones sobre deudas.
- El Burgo Regio; Estella. Los testigos francos debían ser de la ciudad o del Burgo Regio, según el texto de 1164 y las versiones romances conocidas, y «vecinos de Estella», según la redacción del siglo XIII, donde también se exige la misma condición para los bellatores.
- Un espacio geográfico-social, acotado por Lizagorría, el puente de Arqueta, Pamplona y el puente de San Martín, del que debían proceder los testigos navarros que intervendrían en juicios con francos estelleses.
- Otro ámbito diferente, delimitado por el puente de Logroño, Pamplona y Sangüesa, para los batalleros francos, según lo dispuesto en 1164.
Como podemos ver, los espacios se reducen a una población (Estella) y a unos territorios, acotados por unas poblaciones y, a veces, por unos puentes que, en su función delimitadora, parecen desempeñar un cometido, incluyente o excluyente, según los casos. Las villas citadas sin aludir a puentes son: Lizagorría (A, 1, 4.2; A, II, 63.2; B, II, 66.2; C, II, 63.2; D, II, 63.2),541 [Población situada al suroeste de Los Arcos, en la confluencia de los ríos Odrón (E) y Aguilar (O). El camino desde Los Arcos a Mendavia salva el río por un puente al sur del lugar] Pampilona (Pampilona, A, II, 19.5; Pampli/onia, A, II, 63.2; Pamplona, C, II, 63.2; Pampilona, D, II, 63.2)542 [En el término de Pamplona existen varios puentes sobre los ríos Arga, Sadar y Elorz.] y Sangüesa (A, II, 19.5),543 [La ciudad actual se extiende por la margen izquierda del río Aragón, sobre el que hubo un puente medieval, actualmente modernizado, que permitía la comunicación de la Rúa Mayor con el barrio occidental de la Oltra y con Rocaforte y otras partes] mientras que San Martín de Uiss (A, 1, 4.3; B, II, 66.2; a veces solamente «de San Martín», A, II, 63.2; C, II, 63.2; D, II, 63.2), Arqueta (A, 1, 4.3; B. II, 66.2; D, II, 63.2) y Logroño (A, II, 19.5) figuran casi siempre vinculadas a puentes.
2.1. El Puente de Logroño
El territorio previsto por los legisladores de 1163 para seleccionar batalleros va desde Estella hasta el puente de Logroño (Lucronium, El Gruyn, El Groin), Pamplona y Sangüesa, tres poblaciones con puentes y con vecindario franco.544 [El Fuero de Logroño, otorgado al vecindario franco e «hispano» por Alfonso XI de Castilla (1095) fue aplicado a numerosas villas castellanas, riojanas y navarras]
El fuero de Jaca fue concedido por Sancho Ramírez a los pobladores francos de Sangüesa (1090), y por Alfonso I el Batallador a su Burgo nuevo (Sangüesa la Nueva) (1122) y al Burgo de San Cernin de Pamplona (1129).
Omitir la mención del puente de Sangüesa debe obedecer a la intención de incluir a los francos de la villa entre los posibles bellatores, lo mismo que en Pamplona. Por el contrario, la expresión «de pont Lucronii citra» («del pont del Gruyn en ça», «del pont del Groin en ça») parece revelar una voluntad excluyente de los francos de la capital riojana, estableciendo en el río Ebro y su puente el límite occidental del espacio acotado.
Con respecto a Estella, los tres enclaves desempañan en la mente del legislador la función de puntos cardinales: Pamplona al norte, Sangüesa al este y el puente de Logroño al oeste.
2.2. Pons Sancti Martini d’Uis
Las menciones de este lugar en el fuero se limitan a veces al hagiónimo, omitiendo o no su puente («De sant Martin en ça», C, II, 63.2; «De ponto Sancti Martini citra», A, II, 63.2; «Del pont de Sant Martin en ça», D, II, 5 8.2). En dos ocasiones, ambas en la redacción latina del siglo XIII, más cuidada en cuanto a la toponimia, se añade al hagiónimo el topónimo referencial identificador; «Citra pontem Sancti Martini de Viss» (B, 1, 4.3), «Citra pontem Sancti Martini d’Uis» (B, II, 66.2). Advierte Lacarra que la palabra Viss en B, II, 66.2, figura «escrita sobre una raspadura, donde al parecer se había puesto en un principio Vns».545 [LACARRA, 1969, p. 88]
Como elemento identificador del hagiónimo San Martín tenemos un nombre, expresado como Uis y Vns, corregido Viss.
2.2.1. ldentificación hecha por Lacarra
Extraordinario conocedor de la documentación medieval navarro-aragonesa, el historiador estellés sospechó que se trataba del puente mencionado en noticia sobre el Tratado de Vadoluengo (1135), por el que fue propuesto el reparto de poderes y competencias entre los reyes de Aragón, Ramiro II el Monje, y de Pamplona, García Ramírez, señalándose los límites entre ambos reinos siguiendo los cursos de los ríos Salazar, Irati, Aragón y Ebro.546 [Publica noticias BOFARULL, Codoin, IV, p. 360. UBIETO ARTETA, 1956, p. 46. LACARRA, 1975, p. 200]
Según palabras del citado medievalista, «se trata probablemente del puente de San Martín sobre el río Irati, entre su confluencia con el río Salazar y su desembocadura en el Aragón, y que cita la memoria histórica del pacto de Vadoluengo, publicado por Bofarull: Codoin, IB, IB. 360. Cfr. la referencia a Sangüesa en la redacción A, II, 19.5).547 [LACARRA, 1969, pp. 337-338, nota. La hipótesis de Lacarra fue recogida y plasmada en un mapa, bajo el título «Navarro» (Fuero de Estella, II, 63.2), en el Gran Atlas de Navarra, I. Historia, p. 57]
El puente, no hace mucho tiempo desaparecido casi totalmente, era una construcción del siglo Xl, emplazada en un extremo del término jurisdiccional de Sangüesa, contiguo al de Liédena, sobre el río Iratí o Ida, muy cerca de su desembocadura en el río Aragón, en el paraje denominado Entrambasaguas. El camino (antigua calzada romana) que venía por la granja de Cortés y el despoblado de Lizarragieta (hoy Layaceta), salvaba por este puente el río Irati para seguir hacia Sangüesa la Vieja o Rocaforte.548 [LABEAGA MENDIOLA, 1993, pp. 31-33, con mapa]
2.2.2. Puente de San Martín de Unx
Entre las numerosísimas variantes medievales del nombre referencial pospuesto al hagiónimo, aplicado a la villa de San Martín, próxima a Ujué, seleccionamos algunos ejemplos que agrupamos en torno a Uns y a Uis:
Unx: Vnx (1196),549 [FORTÚN PÉREZ DE CIRIZA, 1982, núm. 48] Uncx (1195),550 [FORTÚN PÉREZ DE CIRIZA, 1982, núm. 49] Unx (1171),551 [FORTÚN PÉREZ DE CIRIZA, 1982, núm. 24] Unsi (c.1062),552 [MARTÍN DUQUE, 1983, núm. 66] Unxi (1066).553 [MARTÍN DUQUE, 1983, núm. 78]
Uis: Sant Martín d’Uis (1254),554 [Los procuradores de los buenos hombres de Olite reclaman las fuerzas que les había hecho el rey Teobaldo I, «que le fi peinnorar ais de Sant Martin d’Uis». GARCÍA LARRAGUETA, 1977, núm. 32, p. 438] San Martín d’Uyssue (1268),555 [FELONES MORRÁS, 1982, núm. 213] Sant Martín de Uissue (1280),556 [ZABALO ZABALEGUI, 1972, núm. 311] Sant Martín de Hussue (1280).557 [ZABALO ZABALEGUI, 1972, núm. 1648]
La coincidencia del nombre raspado Vns con toda una serie de variantes en torno a Uns, Unx, y de Uis (y del superpuesto Viss) con la forma utilizada en 1254, época de la redacción del fuero estellés dado por el rey Teobaldo, permiten identificar esta población y su puente, sin ninguna duda, con la villa de San Martín de Unx.
2.2.3. Los puentes de la localidad
El monte en cuya ladera meridional se extiende la villa de San Martín, está flanquedo por dos barrancos que descienden de noreste a suroeste y desaguan en el Zidacos en jurisdicción de Beire: el occidental, nacido en los altos de Burralta, conserva los arranques del puentecito medieval para el camino a Tafalla.558 [Al construir la carretera actual fue modificado profundamente, dándole mayor anchura y, sobre todo, peraltando los muros laterales sobre los que vuela el arco de sillería]
El barranco oriental, que baja del monte de Sandagata (892 m) de Lerga, corre paralelo a la carretera de Estella-Navascués, de la que arranca la que conduce a Ujué, que lo salva mediante un puente moderno, coetáneo de la carretera. Más abajo existe otro para el camino viejo de San Martín a Ujué.559 [Actualmente muy modernizado por sustitución del arco por vigas de hierro]
A éste debe aludir el texto foral estellés, puesto que la intencionalidad del legislador fue incluir a los habitantes de la villa en el territorio de extracción de testigos navarros.
Si en la demarcación del espacio para extraer batalleros francos las tres poblaciones desempeñaron papel de puntos cardinales, Lizagorría, Pamplona (N), San Martín de Unx (E) y Arqueta (O), en el de los testigos cumplen idéntica misión delimitadora.
2.3. Puente de Arqueta
Entre los escasos nombres de lugar recogidos en el fuero de Estella, el de Arqueta es a primera vista el más oscuro, y por lo tanto más discutible, en cuanto al número de variantes gráficas (Archeta, Arqueta, Arreta, Arteta), a su interpretación, localización e identificación.
2.3.1. Variantes gráficas
Archeta [arkéta] es la grafía con que figura una vez en el texto latino de 1164 (A, II, 63.2). Por ser la más antigua es, en principio, aunque no necesariamente, la más fiable y preferible. En versiones romances del mismo texto consta como Arreta, Arteta, como hemos señalado.
La variante más repetida, Arqueta, figura en una de la redacciones romances (D, II, 63.2) y en las dos citas del texto del siglo XIII (B, 1, 4.3; B, II, 66.2). Debajo de ella podemos tener tanto Arqueta [arkéta] como Arcueta [arkwéta] o [arkuéta].
La corrección introducida por el recopilador del siglo XIII pudo ser meramente gráfica (Archeta, Arqueta) [arkéta], o deberse a un deseo de corregir o de especificar con claridad el nombre del lugar Arqueta [arkwéta], [arkuéta], con intención similar a la que parece tuvo cuando añadió el topónimo referencial al hagiónimo San Martín.
2.3.2. Localización por Lacarra
El historiador estellés opinó que el puente de Arqueta o Archeta era «probablemente el puente de Arquijas, sobre el Ega, en el término de Zúñiga».560 [LACARRA, 1969, p. 293] Arquijas es el nombre de una garganta o desfiladero abierto por el río Ega, y del puente que lo cruza, célebre por haber sido objetivo en torno al cual se batieron los ejércitos de los generales Córdova y Oráa, derrotados por los carlistas de Zumalacárregui en dos «batallas del puente de Arquijas» (15 de diciembre de 1835 y 5 de febrero de 1836).561 [MADOZ, 1845-1850, II, p. 593]
2.3.3. Lugar al poniente de Estella
Cuando el fuero delimita los espacios para extracción de batalleros y testigos, lo hace generalmente citando localidades (ciudades o villas) muy conocidas y relevantes, a modo de mojones o hitos extremos: Pamplona, puente de Logroño, Sangüesa; Lazagurría, puente de Arqueta, Pamplona, puente de San Martín de Unx. Parece lógico pensar que Arqueta, como su opuesto San Martín de Unx, no era una excepción y que, lejos de aludir a un paraje rural apenas conocido, designó una villa notable, con vecindario villano o navarro de labradores pecheros.
Esa villa debe situarse en la zona occidental de la tierra y Merindad de Estella. En su misión delimitadora de un espacio, Arqueta cumple, con respecto a San Martín de Unx, el mismo papel que Logroño con Sangüesa en relación con los batalleros, es decir, marca el límite occidental de un espacio geográfico-social. Sangüesa (E) y Logroño (O) señalan un ámbito extenso entre las fronteras de Aragón y Castilla, mientras que los puentes de San Martín (E) y de Arqueta (O) acotan otro espacio más reducido, al parecer.
La localidad en cuestión tenía un puente, probablemente en el flanco occidental, como el de San Martín lo estaba en la parte oriental, ya que el espíritu del fuero parece querer integrar ambos vecindarios en el territorio demarcado.
2.3.4. Arqueta / Arketa, Arkueta
Sabido es que en la documentación se han empleado desde muy antiguo las mismas grafías para representar la oclusiva velar sorda k [k] por una parte, y este mismo sonido seguido de la semiconsonante u, es decir [kw], por otro, sobre todo cuando este grupo fónico va seguido de la vocal media e. Tomándolos principalmente de los fondos de Roncesvalles del siglo XlII, y de los Libros defuegos del XIV, aportamos estos ejemplos:
1. Astabisquarra (1284), Carquar (1350-1366), Cerrenquano (1366), Guaratemeaqua (1284), donde el grupo que está por la oclusiva [k] más la vocal abierta a, es decir, debajo de esas grafías tenemos aproximadamente, y dejando a un lado la acentuación, [ástabiskara], [kárkar], [serrenkano], [garatemeaka].
2. Aezquoa (1366), Aysquona (1366), Casa del Caballo Blanquo (1342), donde quo está por [ko], es decir, esos nombres se pronunciaban algo así como [aeskoa], [aiskona], [blanko].
3. Semeno Çalquea Egoçquueco, Semeno Çalquea de Egozquue (1236), Egozque, Izque o Eyzque; Basquenze, Quenca de Pamplona. En estos ejemplos, qu puede representar tanto a k [k], caso de Çalquea, como a ku [kw] o [ku], caso de Egozque, Izque, Eyzque, Basquenze, Quenca.
En algún caso, y puesto que el diagrama qu podía representar al sonido [k], se ha vuelto a escribir u, como en Egozquueco, Egoçquue.
Lo mismo podría ocurrir con la grafía Arqueta, bajo la cual podríamos tener tanto [arkéta] como [arkwéta] o [arkuéta].
2.3.5. Arqueta / Los Arcos
No hemos hallado en la toponimia comarcana un nombre propio de lugar, fonética o etimológicamente relacionable con Arqueta o Arcueta.562 [Existe un pueblo merindano llamado Azqueta, y una fuente en Los Arcos con la misma denominación. Pero el paso de «Azqueta», »Arcueta» a «Azqueta» o «Arquijas» es lingüísticamente inexplicable] Tratándose de un lugar notorio, elegido como punto delimitador de un espacio para seleccionar testigos labradores, y equiparable por su importancia a Lazagurría, con 31 fuegos en 1330,563 [CARRASCO PÉREZ, 1973, p. 276] o a San Martín de Unx, no puede ser una población desaparecida sin dejar huella física ni documental.
Buscando en la comarca occidental de Estella un lugar que reuna las condiciones señaladas en el texto foral (villa de cierta relevancia, con población navarra y puente), hallamos en pleno camino jacobeo, entre Estella y Logroño, a Los Arcos (río Odrón), Torres (río Linares) y Viana (río Valdearas), ésta fundada por Sancho el Fuerte sobre un pequeño lugar del mismo nombre (1219). De la importancia de Los Arcos en los comienzos del siglo XII da fe la relación «de nominibus villarum itineris Sancti Jacobi» del Códice Calixtino, escrito hacia 1130. Después de «Stella, que pane bono et obtimo vino et carne et piscibus fertilis est», «est Arcus, inde Grugnus».564 [VIELLIARD, 1963, p. 6]
No mereció la localidad al autor de la Guía delperegrino la misma consideración que Estella. «Per villam que dicitur Arcus decurrit aqua letifera, et ultra Arcum, ad primum hospitale, inter Arcum scilicet et hospitale idem, decurrit aqua letifera jumentis et hominibus bibentibus eam».565 [IELLIARD, 1963, p. 14]
El cauce del Odrón constituye el foso occidental del amurallamiento de la villa, de cuya puerta de Castilla sale el camino que, tras salvar el río por un puente, pasa cabe el templo románico de San Lázaro, actualmente denominado San Blas, probablemente el hospital citado por Aymeric Picaud.
La «Villa que dicitur Arcus» tenía población de navarros labradores pecheros. Durante el reinado de Sancho el Sabio se produjo una expansión urbana, según se desprende del fuero concedido en 1175 «infanzonibus, laboratoribus et francis, tam presentibus quam futuris, qui in illo meo castro de Los Arcos et in illo plano populatis».566 [Texto en YANGUAS Y MIRANDA, 1964, II, pp. 107-109; EGIPV,XXV, pp. 398-399]
Los Arcos responde a la situación geográfica y a las circunstancias apuntadas en el Fuero de Estella, pero no parece relacionable con la denominación romance Arkueta [arkéta] ‘arca’ o ‘depósito regulador del agua’, o vascuence Arketa ( < arka ‘arca’ más -eta), pues para la fecha de redaccion del Fuero el toponimo romance Arcus, Los Arcos parece consolidado La cuestion cambia si aceptamos la lectura Arkueta [arkwéta], [arkuéta], equivalente vasco de Los Arcos.
De todo ello parece deducirse que estamos ante un caso de localidad de doble denominación, una vasca, Arkueta, que por ahora solamente se ha conservado en el Fuero de Estella, y otra romance que sobrevive.
Debo agradecer a un lingüista y amigo, natural de Los Arcos y amante de su pueblo, José María Rodríguez Ochoa, una reflexión sobre el uso toponomastico en documentacion oficial. Resumimos así su razonamiento: es posible y hasta lógico que la poblacion euskaldún de la comarca de la antigua Lizarra nombrara a Los Arcos con su equivalente vasco. Pero resulta extraño e improbable utilizar una denominación euskérica, conocida solamente entre los vascohablantes, en un documento oficial emanado de la cancillería regia, escrito en latin en 1164 y en romance casi un siglo después. Por otra parte, si el texto romance del XIII «muestra una mayor precisión en la toponimia», completándola o aclarándola, parece que debió haber sustituido el restringido Arkueta por el más conocido Los Arcos, de haber sido su equivalente.
El uso del apelativo euskérico en lugar del romance no es inusual en documentos oficiales de la época. Teobaldo I concedió en 1238 licencia para construir unos molinos «in illa uilla nostra que dicitur Villafranca que inquam villa Alesueies retro temporibus uocabatur».567 [MARTÍN GONZÁLEZ, 1987, núm. 74. El nombre vasco de Villafranca de Navarra continuó en uso posteriormente. Los frailes del Hospital de San Juan, entre ellos «frater Garsias, preceptor de Alisves» dieron a censo sus casas «de Misves» a doña Columba de Alisves, figurando entre los testigos don Pedro Sanches d’Alesves. Año 1245. GARCÍA LAREAGUETA, 1957, núm. 307]
Desde principios del siglo XI y durante la primera mitad del XII la documentación llama indistintamente a la capital navarra Pampilona, Pampilonia e Irunia,568 [IMENO JURÍO, 1991a, pp. 63-66] alternando a veces ambas formas en un mismo documento.569 [Los monjes de Leire se quejan de que el obispo «in ciuitate Yronia tollit nobis illam terram que est ante ecclesiam nostam Sancte Cecilie [...] I iuxta nouam populationem in Pampilonia». Años 1105-1115. MARTÍN DUQUE, 1983, núm. 256] En 1129, cuando se imponía la denominación romance, fue empleado el doblete vasco en la concesión del fuero de Jaca por Alfonso I el Batallador «uobis totos francos que populaueritis in ib plano de Sancti Saturnini de Iruina».570 [IRURITA LUSARRETA, 1959, pp. 115-116] Pudo ser modelo de lo sucedido en la redacción del fuero de Jaca a Estella.
Sancho VII el Fuerte sustituyó el topónimo Villanueva (de Arakil) al conceder fueros «omnibus hominibus de Berama, et de Yriuerri et de Yabar».571 [FORTÚN PÉREZ DE CIRIZA, 1982, núm. 76]
2.4. El vascuence en la comarca de Los Arcos
Al creer lógico que el texto foral estellés del siglo XIII, más preciso en lo referente a toponimia, debió preferir la forma romance Los Arcos sobre su equivalente Arkueta, en el caso de haberse referido al mismo lugar, lo hacemos desde una óptica actual, que suele minusvalorar la extensión e intensidad del habla popular en Navarra durante la Edad Media, y concretamente en la Merindad de Estella, y olvidando que los escribanos recogen frecuentemente topónimos y voces del léxico vasco de Navarra en diplomas regios y en otros documentos como el mismo Fuero General.
En nuestro caso debió suceder que la numerosa población vascongada de Estella y su Tierra aceptó con normalidad y adaptó a su lengua un nombre de origen latino, como los romanzados lo hicieron en su idioma. Arkueta sería nombre familiar para el estamento popular, para el «Eximinus, scriba» y signante del Fuero de 1164, y para quienes redactaron los textos del siglo XIII. Por otra parte, la lengua vasca estuvo presente durante la Edad Media, por lo menos hasta el siglo XII-XIV en Los Arcos yen tierras más meridionales. Lo atestiguan nombres de lugar como Lazagurria, documentado desde el siglo XI al XIV como Villa de Lizagorria (por Villa d’Elizagorria), Eliçagorria (1257)572 [JIMENO JURÍO, 1970, núm. 105] y Elçagorría (1268),573 [FELONES MORRÁS, 1982, núm. 1031] topónimo descriptivo netamente vasco, compuesto de eliza ‘iglesia’, gorri ‘rojo’ más el artículo pospuesto -a.
Almuza, antiguamente Almunça, es un despoblado cuyo término se extiende por el extremo más noroccidental de Sesma, metido en cuña entre los de Los Arcos (O) y Arróniz, villa cuya toponimia antigua es plenamente euskérica. Durante la primera mitad del siglo XIII, cuando todavía estaba poblada, los habitantes hablaban vascuence, y en esa lengua denominaron parajes como Aruingorria (1213) o Arbigorria (1245), Gurpideta (1218), Gayneco çauala y Aran luçea (1245),574 [LACARRA, 1965, núms. 306 y 374] y a sus convecinos, entre los que descubrimos en 1218 a Orti Laarça, Eneco Ipuça (Ipuça ‘el guipuzcoano’), Sancho Lanarra Etaioco (‘Sancho el de Valdelana de Etayo’), Pedro Çuria (Zurza ‘el blanco’, ‘el canoso’).575 [LACARRA, 1965, núm. 306. Mendavia, villa entre Los Arcos y el río Ebro, señaló sus límites con Villamezquina poniendo mojones «a Lopazketa usque ad terminum de Almuça». LACARRA, 1965, núm. 105. El origen de Lopazketa pudo ser distinto del propuesto por A. Irigoyen (adición del pluralizador -(k)eta al antropónimo Loppaz) y tratarse del nombre de pila Lop- más el topónimo Azketa, localidad del valle de Santesteban de la Solana. IRIGOYEN, 1985a, III, p. 191]
Es perfectamente verosímil que por entonces vivieran en Los Arcos vecinos vascohablantes, como sucedía en su comarca. De hecho, en 1350 la población cristiana se distribuía por el barrio del Mercado y por los quiñones del Castro y de Roitegui,576 [CARRASCO PÉREZ, 1973, pp. 331-333. La aljama sumaba 12 fuegos o familias judías en 1366. CARASCO PÉREZ, 1973, p 632] topónimo de formación vasca y nombre de una villa alavesa del valle de Arana, al oeste de Larraona y Contrasta.
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Zer:
Non:
Jatorria:
JIM.ESTN